Estado de mínima consciencia
Estado de mínima consciencia
DESCRIPCIÓN
Tras salir del estado de coma la persona entra en fase de mínima conciencia. En esta fase se restablece el ritmo sueño-vigilia y la abertura espontánea de los ojos: se produce una recuperación de la conciencia y el sujeto comienza a reaccionar a lo que ocurre a su alrededor.
Sin embargo, esto no quiere decir que sea capaz de comunicarse, ni que entienda lo que sucede a su alrededor.
CARACTERÍSTICAS
Se caracteriza por la presencia limitada, pero consistente, de conexión con el entorno.
- Está alerta o vigil.
- Puede interactuar con sí mismo o con el entorno, aunque de manera parcial.
- Puede responder a órdenes simples (abrir/cerrar los ojos o mover una mano).
- Trata de responder a las preguntas con gestos o respuestas verbales (SI/NO) independientemente de la certeza de la respuesta.
- Busca y fija la vista de objetos con la mirada.
- Presenta respuestas afectivas, adecuadas al contexto.
La recuperación de la conciencia no tiene lugar de un día para otro, se restablece de manera progresiva. La duración de este estado es muy variable.
RECOMENDACIONES
¿Qué puede hacer la familia durante el estado de mínima conciencia?
- Respetar el ritmo sueño/vigilia.
- Hablar con normalidad delante de él, sin utilizar un lenguaje infantil.
- Hablarle de uno en uno.
- Utilizar un tono de voz normal.
- Buscar y mantener contacto visual.
- Procurar un entorno tranquilo, sin ruidos excesivos.
- Reducir los estímulos distractores (visuales, auditivos…).
- Intentar establecer un código de comunicación no verbal, para indicar si/no: movimientos de la cabeza, abrir/cerrar de ojos, con la mano o el pie....
- Dar tiempo a la persona a responder, pueden necesitar mucho tiempo.
- Dejarle descansar, evitar exceso de estímulos (ruido, luces, voces, etc.).
- Establecer rutinas y horarios.
- Regular tanto la cantidad de estímulos como el tiempo en que se aplican. Mejores periodos cortos de tiempo y repetirlos cada hora ya que la capacidad para procesar la información es limitada.
- Reforzar verbalmente las respuestas o reacciones adaptadas a los estímulos que se le presentan y/o siempre que haga un intento de comunicarse con el entorno.
Estimulación sensorial: los cinco sentidos
Las sesiones de estimulación sensorial deben ser breves (entre 15-30 minutos) y realizadas en los momentos de máximo nivel de alerta de la persona.
Debe tener a lo largo del día frecuentes periodos de descanso, en los que no reciba ningún tipo de estimulación. Dentro de estimulación se incluye también la derivada de los cuidados habituales: higiene, alimentación, cambios posturales... por lo que deberá tener tras cualquiera de esas actividades periodos en los que se le deje descansar en la habitación.
Estimulación auditiva:
- Música preferida.
- Canciones populares.
- Voces de familiares, amigos, etc...
- Trabajar la comprensión de órdenes verbales.
Estimulación táctil:
- Tocar objetos de uso diario (peine, cepillo, cuchara, lápiz, pelota...).
- Materiales de diferente textura, forma y peso.
- Diferentes sensaciones de frío y calor (bolsa de agua templada, caliente, etc.).
- Tocar las diferentes extremidades y partes del cuerpo verbalizando el nombre de la parte tocada.
- Dar órdenes sencillas de orientación en el espacio (delante, detrás, encima, debajo, etc.).
Estimulación visual:
- Ofrecer diferentes estímulos de distinta intensidad luminosa. Pedir que los detecte con la vista, que los siga con la mirada, que los discrimine según colores si es posible.
- Mirar fotos de familiares, amigos o de diferentes temáticas en función de las aficiones previas.
Estimulación olfativa:
- Darle diferentes olores a oler (colonia, café, vinagre, chocolate, etc.).