Una iniciativa de:

Recursos

Manejo del dolor postoperatorio

Manejo del dolor postoperatorio

Definición

El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable. En el caso del dolor post quirúrgico suele tratarse de un dolor agudo producido por lesiones propias de la intervención.

El hospital tiene medios suficientes y herramientas para que a la persona que se le hace una intervención quirúrgica sufra lo menos posible.

PACIENTES SIN SENSIBILIDAD EN LA ZONA INTERVENIDA

Según el tipo de lesión que se tenga no siempre podemos hablar de sensación dolorosa por lo que para valorar su dolor tendremos que buscar síntomas vegetativos como por ejemplo:

  • Aumento de la frecuencia cardíaca
  • Sudoración
  • Incremento de tensión arterial
  • Dilatación de las pupilas
  • Vómitos
  • Aumento de la espasticidad o movimientos involuntarios

¿Cómo valorar el dolor?

Las escalas de valoración del dolor miden la intensidad de dolor que usted presenta. La valoración es subjetiva pues sólo puede valorarse uno mismo.

Entre las escalas más utilizadas tenemos la escala numérica del 0 a 10 en la que usted tiene que escoger el valor numérico que da a su dolor. Si esta escala no le sirve para valorar su dolor, los profesionales de la salud le proporcionarán una que se ajuste más a sus necesidades.

Recomendaciones

  • Tome la medicación durante las 24h siguientes a la intervención, aunque no tenga dolor. A veces después de una anestesia se puede tener una sensación distorsionada del dolor y al ser eliminada esta del cuerpo el dolor puede aumentar considerablemente.
  • Se le dará la medicación a la hora indicada por el médico. Si usted necesita más analgesia de rescate no dude en pedirla. No tenga miedo a tomar medicación, como por ejemplo opiáceos ya que utilizados de forma adecuada no suponen ningún riesgo añadido ni crean dependencia.
  • El descanso nocturno es muy importante para un buen control del dolor. Si es necesario, pida medicación o cualquier otro mecanismo que le ayude a tener un buen descanso nocturno.
  • Es muy importante tener una buena pauta y ritmo de evacuación para prevenir el estreñimiento y malestar que puede agravar el dolor.
  • Una adecuada ingesta de agua proporciona un aporte óptimo de sales minerales e hidratación para una correcta curación de la piel y heridas a la vez que favorece la eliminación de la anestesia.
  • Una dieta equilibrada y rica en proteínas y vitaminas aporta las sustancias necesarias para una rápida recuperación.
  • Los cambios posturales son herramientas eficaces para el control del dolor. Avise a enfermería si usted tiene alguna incomodidad.
  • Es muy importante establecer una estrecha comunicación con el equipo médico y el personal asistencial para evitar errores, explicar síntomas y solucionar dudas.
  • Le recomendamos que esté lo más distraído posible con tabletas, libros, etc.
  • Avise a enfermería ante cualquier signo de alarma como el sangrado, dolor intenso, eritema, calor en la zona intervenida u otras sensaciones como hormigueo y pinchazos.
  • proyecto que busca voluntarios con discapacidad